Articulo de opinion

EL PATRIMONIO VALE  ORO

¿Qué sería de la gente sin una identidad? ¿Sin algo que las hiciera diferenciar unas de las otras?, seria perder lo que tanto nuestros antepasados nos han dejado, y eso pasa con nuestros barrios, las calles por donde transitamos diariamente, por donde crecimos y probablemente crecerán nuestros hijos, todos esos rincones que recordamos como escenarios importantes y significativos en nuestras historia, todo eso se está perdiendo, y hay que luchar para conservarlo.

Esto inicia un trayecto que la los hijos de el barrio La  Floresta llevan haciendo ya aproximadamente 2 meses, luchando por mantener esas casas antiguas de buena arquitectura y con estilo que con solo ser restauradas vuelven a brillar, lucen nuevamente su espíritu, hoy esas casas pueden mantener la cultura y costumbres de una comunidad que lucho para convertir unas hectáreas de fincas en lo que es hoy la floresta, y no es dejar de evolucionar sino modernizar conservando buena parte del patrimonio arquitectónico.

Al evitar la desaparición de los exponentes de arquitectura de calidad, se contribuye a la memoria y a la cultura.

Pero ya hay cada vez mas y mas arquitectura moderna que uniforma a toda la ciudad, y más aun que esta uniformando a todo el mundo, ya todo es igual, y uno pasa por la calle y ve en el camino edificio tras edificio, y por eso lucha el barrio de La Floresta, recogiendo firmas desde la iglesia con  el párroco de La Inmaculada, Mauricio Vélez y se anhela lograr parar la venta de esas casas especificas para este barrio, con fines de construir tantos edificios que estas cambiando la identidad de cada entorno hasta es posible darle nuevas funciones una vieja casa de 100  años por un proyecto comercial o una vivienda moderna para recrear e integrarla nuevamente al barrio.

El patrimonio cultural de la arquitectura de otros tiempos, es lo suficientemente valioso para invertir en  grandes sumas de dinero público y privado.